miércoles, 18 de marzo de 2015

Soy un robot citadino, adaptado
a sobrevivir, y a olvidar a los parientes
más queridos, en el vertiginoso acaecer de los días.
Y en la oscuridad de los anocheceres rutinarios...
Y me reclaman que vuelva a ser lo que fuí.
Mas solo tengo un matiz de humano.
El resto es prestado, o mutado para responder
A la exigencia del los tiempos.
Vivo igual que tú,
Sobreviviendo, de vez en cuando me alegro,
Por cambiar los destinos de un paciente.
O una sonrisa certera de una madre.
Y, luego iigual que tú, protestó, digo,
¡ No es justo que pase esto¡
No, Rubén, él no puede cambiar...
En esencia quizá no, aun late alguna fibra de nobleza,
solo muy en mi interior, hay algunos suspiros de amor,
Alguna nota querida de algún violín me hace sentir.
Cibernéticos programas endurecieron mi ser,
y solo algunos nervios desconexos
aún reclaman, humanidad, .

No hay comentarios.:

Publicar un comentario