domingo, 31 de mayo de 2015

En la mañana desperté mas antes
que temprano. Casi sin sueño me angustié
con una insomne preocupación
te llamé..
Es que presa estás de aquel lobo que te espera paciente.
Y  tu olvidada, sin afectos, años ya, perfecta presa eres,
del que cerca de su madriguera, espera, espera,
el asalto directo, a tu corazón.
Bajo la piel de cordero tocó ya tu alma,
con sólo lisonjas las  llenó ahora de ilusión.
Hoy se viste la tarde de ropa gris y tacones altos.
Hoy yo cuento los segundos y minutos de las horas de soledad.
Tu entretienes esas horas lejos de
aquí. En un triste y oscuro cafetín,
Resarsiendo tus años perdidos.
Tus halagos no dados.
Los besos que hoy serán profanados.
Los cuerpos envueltos en miedosos sudarios,
quedan ya exaustos y vacíos. Después de lo cometido,
 ¿Quién podrá seguirte amando?

Yo que te miro desde siempre...
Cuál gacela digna de amar, de ser querida...
Te digo, mujer  que te hiciste de tu presente...

viernes, 29 de mayo de 2015

Para que me adormezco
saboreando el néctar de tu
fragancia de liz, de tu aroma  de
jazmines solitarios y amantes.
Para que quiero tus palabras,
tu presencia, para qué tu imagen cercana
que revive mi amor y mi dolor.

Si te tengo discreta, si te tengo incompleta.

Si no puedo controlar a quien darás tu amor esta tarde.
A quien quedarás amando por miles de cielos y lunas.
Entonces  para que me muero por tí, si no te alcanzo. Si toco tu corazón
con solo ternura. Si comprensible preocupación y gran cariño
es lo que produzco en tī.
Para que me hundo en el cieno tan gris de los imposibles.
Otra vez la vida juega su rol de sarcasmo, y de burla, y me sitúa
en el laberinto encantado,  de la desiciones, con acertijos cambiantes
e imposibles como tu amor.
Para que entonces amar...
Para que la ilusión...
Para que...
Hijo mío , quiero decirte
desde aquí, desde esta silla enmudecida,
de tanto soportar, las horas, los días eternos.
De angustias y desvelos.
Los días y nuevamente las noches,
sin  descanso, de desasosiego y desamparo.
De verte y oírte llorar como a un niño, con tu madurez
de viejo, gritándole a cielo, el por qué,
del cáliz asignado que
quema y pasa por nuestras fauces, por nuestras gargantas,
hirvientes, soportando, a fuerza de coraje, y de inocencia.

Junto a los maderos dolientes de tu cruz,
enclavados están nuestras esperanzas
y tus mejores años de juventud.
Eres tú,  quien clama y reclama  a los cielos por
este cruel y despiadado presente.
Las tardes de matices grises  se visten,
como todo nuestro dolor, como todo nuestro duelo.

Tu madre está deshecha, y también llora,
y también reza,
yo me contengo herido, lloro
y también rezo, en la penumbra de tu cuarto de hospital.
Juro que me desangraba, al verte tendido,
y atado, incapaz de producir un pensamiento.
Incapaz de reconocernos siquiera.
Dominado por tus sueños vividos,
con tu alma tomada por traviesos espíritus.
Por voces  sin cuerpo, sin vida, que ya no quieres oír.
Que emanan y martillean incansables ,
atormentando tu paz , tu mente de niño aun,
de adolescente aun.

En tus venas serenas se anidan estacas dolientes,
de metal frío, permitiendo  el ingreso de tu alimento,
Tus líquidos y del esperanzador tratamiento,
que cure tu ser, a más de un medicamento,
 una  bendición enviada  hasta el infinito de tus sinapsis,
 doblegando al enemigo invisible,
a ésta enfermedad, terrible, que te aflige,
y derrumba todos nuestros sueños.

Tu estómago y vísperas son de acero,
y esperan cada mañana la rutina de cientos de cápsulas
que tragas como granos, de tres en tres.
Las amarillas bien de mañana, las rojas nunca con las blancas...
En fin... De cualquier modo las tenias que pasar...
Y las pasabas ...
Tu raquis fue encidido, varias veces,
con tu consentimiento, con la esperanza de sanar.
Y no hay remedios que te sanen,
no hay respuesta a los rezos al cielo.
A las plegarias lloradas, ya sin aliento, sin sueño.
En tu cabezal están los santos y las Vírgenes ,
Suplicantes al infinito pidiendo piedad,
y compasión y misericordia divina.
Los medicamentos ya probados, son retirados una y otra vez,
Que no hay respuesta, sin embargo tú, nosotros tus padres,
no flaqueamos en seguir adelante.
De mi, nace un llanto que no quiere salir,
a fuerza de hombría, queda en mi alma.
Es el dolor de lo que significa tu calvario, asignado,
y el orgullo de tu decisión de luchar
contra todo lo adverso que te puso el destino.
Recibir nuevos tratamientos para doblegar a tu sistema
Inmune, y  evitar que tu mismo te dañes.
Debilitó las raíces de tus cabellos,
quedando tendidos en tu blanca almohada,
por cientos cada mañana.
Debilitando tu sangre, tus huesos, y tus músculos.

Hoy sé, que no hay más valiente
que tú pequeño Guerrero.
Yo no hubiera podido resistir como lo hiciste.

Mi amado niño,
cuando tus piececitos en sus pasos pequeños,
dominando la oscuridad de la noche.
Llegaban a mi cama,y  me despertaban.
Cuando tus miedos infantiles de querubines transformados
en fantasmas te despertaban,
no imagine ni por un momento,
Que un día esos mismos espectros, te atraparan en la noche de tus sueños,
Convertidos en diablos, en irreales seres , te arrastrasen al infinito de tu
conciencia,  donde tu lucha es solo tuya,
Para nuevamente nacer, desde tus cenizas, cual ave Fénix ,
Para  vivir, para existir.

sábado, 23 de mayo de 2015

Estamos solos, como el
árbol mal plantado, distantes
uno del otro, dando sombras huérfanas,  
solitarias.
Solos como el cometa que orbita los espacios imposibles de tocar, como las estrellas, titilantes y ajenas unas, distantes otras.
Solos como en viajante que no detuvo su paso, ni demoró su estadía, escapandole al amor, tratando de no ser visto ni oido, y menos nuevamente amado.

Hoy estoy tan dolido y tan agudamente solo.

¿ Quién se dignará acompañarme, luego de la vida, a corresponder con dulzura, mis atentos desvelos? Nadie acaso cobijará mi rostro de niño en su pecho fraterno , mis manos en las suyas tomará, como se sirve el pan o el vino, como se hila la tibieza de un beso de estío, o una caricia o un abrazo de favor.
¿ Quién podrá mi juicio a prueba
dándome el amor irrealizable ?
Permanecí en las sombras, ahogando ser amado,
en la oscuridad diurna mute mi cuerpo,cambie mis tristezas por sarcasmos, mi agonía por lisonjas. Distraje mi mente con compañias ficticias y amores de fantasías.
Hoy mis ojos ya no miran como antes. Mi frente ha quedado tensionada y ceñuda.
Mi corazón ha agotado, cada uno de sus latidos, igual que mis brazos que de cansados se resisten a volver a amar.
¿Quién podrá sacarme de la celda última., donde preso de mis propios sentimientos regalo la vida?
¿Quién me traerá la paz que perdí al dejar de ser niño, al hacerme hombre ?

Hoy me siento cruelmente enllagado, con la piel del alma denudada de tanto golpe y tanta magulladura sufrida.
Tanto duele las espinas en mi frente. Los dulces clavos que separaron mis huesos dolientes.

Hasta cuando se hará esperar este existir doloroso e insano.

martes, 12 de mayo de 2015

A las Madres del mundo.

A las madres del mundo les pido que me escuchen...
Si hay que pedir un perdón, una suplica, o infinitas gracias,
Me reclinó ante tan excelsa condición, de diivino quehacer ,
ante  su sabia maternidad  instintiva, evolutiva.
Gracias por darnos un cielo en vuestro vientre virginal.
En esa oscuridad tan  placentera y de tanta tibieza.
Allí nos conocimos, crecí en ti, me nutrí de tu sangre exquisitamente privilegiado.
Y cerca de tu corazón aprendi tus latidos, el lenguaje corporal
de tus suspiros, de tus silencios, de tus brazos tomándome
a través de tu piel, entendí lo que es las caricias.
Aprendí lo que es la vida dentro de tu vida.
Y cuando nací, tu me esperabas, con una gran sonrisa.
Abriste tus brazos y me hiciste sentir querido.
Esperado y único.
Mi alma está Henchida de gratitud eterna, por tanto amor
irremplazable y certero.
Seguros nos sentimos cuidados,
Seguros de tu mano avanzamos,
Y  dimos nuestros primeros pasos,
como tuyas fueron nuestros  triunfos y nuestras caídas.

Madre,
Dichoso soy,  ya que al sentirte próximo de tí, me enternecí,
y me desarrolle en tu vientre,  deseoso de darte victorias,
En ese vientre que aún extraño estar.
Luego me cobijaste en tu regazo, y me hiciste crecer, con pocas armas para vivir,
cual  marsupial degusté de tu leche, tibia y fresca, de tu calor, de tu ternura,
y el significado de la palabra: AMOR.

Y luego sabiamente abriste tus abrazos para dejarme partir y crecer lejos de ti.
Salí al mundo para luchar, con la clara sensación
que tu siempre estabas y estarás a mi lado.

Hoy doy gracias a Dios, por darme una madre.
Darle a una mujer a su creación .
Que incompleta seria sin la presencia del ser
Que me enseñó desde pequeño la magia del AMOR.

martes, 5 de mayo de 2015

Estás aquí,
Parada , temblando.
Insegura de tus afectos,
Pero, estas aquí.
Distraída , mirándome ,
Aborreciéndome por mis defectos,
Incrédula, doliente por el amor profanado,
a escondidas dado.
Estás aquí, reclamando mi presencia,
Sin ser mi dueña, me celas, en mi ausencia.
Penetras con tus ojos, mis miradas, y alivias mis mentiras.
Mis facciones ya no pueden fingir más que amor,
Mis acciones no pueden parecerse más, que al amor.
Soy prisionero de mis propios sentimientos.
Transparente me siento, hoy, y luego del desencanto,
Me invade un desanimo gris como esta tarde.
De soledad presencial,
De desconsuelo intenso y elegía amical.  
Estoy tan lejos de tu corazón.
Tan incierto es lo nuestro        
Desde los inseguros atisbos de la razón.
Cruel destino vivir muriendo,
Amar no siendo tuyo,
Ajeno de ti, en este paraje, huerto de olivo.