domingo, 12 de julio de 2015

Tus labios
son la antítesis de mis besos.
Tus caricias son la ideología
que yo no entiendo.
Tu silencio dice más
que mis palabras.
Mis lágrimas lloran
sombrías en tu alma.

Tu cuerpo despierta hoy de prisa.
Tu sexo aprisiona hoy mi vida.  

Sueño, hoy
acostarme en la cama de los dos.
Acomodando mi vida
entre tus sábanas,
entre tus muslos
como un niño soñoliento de ternura.

Quiero ser mil moléculas de aire, sobre tu cuerpo
sobre tu pelo.
Quiero ser de tus ojos su color,
de tu boca su dulzura.  
Y en ella hundirme hasta gritar.
Y en ella jurar hasta morir.  

Hoy, sin embargo estoy exhausto
y tu a mi lado me contemplas,
con tus ojitos acuarelados de mar y lago,
sobre las sábanas que moldean
tu cinética psicología corporal.    

Con tus brazos que ansían abrazarme,
tu dulce abdomen en donde pongo mis mejillas.  
Y pienso en el porvenir, y en este presente que me adormece.

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