martes, 26 de junio de 2018

Hermano,
Permiteme derramar una lagrima
por tu partida, inesperada , furtiva,
desatando un dolor lancinante en el alma,
permanente, y hondo,
triste y compasivo a la vez,
Extraño e irreal, por que luego deja paz y reconciliación con Dios,
pues no ha muerto cualquiera,
te fuiste tú,
que supiste ver la vida de un angulo diferente,
asumiste la injusticia de la enfermedad y
te llenaste de vitalidad, contra la adversidad.
Por lo que las puertas grandes del cielo
están para ti reservadas querido primo,
para compensar los ratos de tristeza solo tuya,
y la aflicción de tus ratos privados.

Por todo, ingresaras de merecida justicia
al cielo, por que la dimensión de tu vida,
de tu historia, solo la tienen pocos, tú la tienes.
Desafiaste a la adversidad
levantando tu cuerpo desde la tierra,
retando a la gravedad y mirando siempre al Sol.
La enfermedad de tus muslos no pudo
doblegar tu espiritu, tus esperanzas.
Las multiples caidas corporales,
hoy te levantan con tu sola muerte al infinito.
Tu carisma, tu don de gente estrañaremos
querido primo, y cada una de las vivençias de aquellos años,
caminado a tu lado, me traen hoy los recuerdos gratos del ayer.

Desde donde nacen los sentimientos más profundos, nace este dolor que
discurre por las grietas del alma, de nuestra esencia.
Este pesar, también  trae resignación inmediata.
Por que tu vida, fue más vida, que la de muchos.
Y aun con tu partida prematura, cumpliste a cabalidad tus retos en esta tierra,
Tu imagen estará por siempre en nuestros recuerdos
como un hombre cabal que desafío los desgnios del destino.
Descanza en paz, querido primo.

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