sábado, 17 de noviembre de 2018

Aquella hoja caída que de onfálica
rama terminó desprendida.
Tornasolada y olvidada.
Con los vientos fue llevada.
Sin distingos de razones.
Sin dolor de corazones.
Va allí, vuela allá...
Cayendo en sideral hipérbola ondulada .
Unas veces amada, cuando el árbol
de la rama por ella respiraba.
Ahora sentenciada a morir sin alimento
 y disolverse poco a poco con el tiempo, en la nada.
Aquella hoja pérdida, por su orgullo, desprendida.
La mueve la brisa para allá a la deriva,
Balanceándose en una vorágine gravitatoria,
Va para allí nostálgicamente confundida,
se pierde deprimida
en natural vegetal desidia...
Secándose a los rayos otoñales,
de un sol que apenas la acaricia
y la despide de la vida.

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