Si viviera mil años
mil años me encargaría,
de escribir, cada noche, cada tarde cada día.
Atrapando la letras en la nada.
Atrapando las ideas de la brisa.
Y dejándolas reposar en poesía.
Si te tuviera mil años
Los mil los dedicaría.
A hacerlos diferentes cada día.
A apresar en mis versos tu vida.
Amándote inmortalmente perfecta.
Dibujandote en un poema que trascienda
épocas y tiempo vivido.
Si tuviera mil años
mil más yo pediría ...
Para convertirte en flor...
En olas... en caminos....
En este espacio están mis poesías , forma de contactar con el mundo, y engrandecerlo.
domingo, 5 de junio de 2016
Este triste dolor, hoy se ha materializado
en estos nervios amarrillos y frios,
profundos y grises,
hundiendomé hasta la médula,
dolor que carcome mis huesos, y sensibles los deja.
Y luego del dolor asimilado, hay uno más intenso....
Intermitentemente perverso.
Es el dolor del corazón
Avido de emociones,
converso de soledades.
Punza cuando late, y oprime mientras ama.
Dolor es la advertencia
que nos previene el daño en nuestra humanidad.
Testigo de mis tardes sin tí.
Te has convertido en confidente de mi alma,
en compañero perfecto, que suavisa su ausencia.
en estos nervios amarrillos y frios,
profundos y grises,
hundiendomé hasta la médula,
dolor que carcome mis huesos, y sensibles los deja.
Y luego del dolor asimilado, hay uno más intenso....
Intermitentemente perverso.
Es el dolor del corazón
Avido de emociones,
converso de soledades.
Punza cuando late, y oprime mientras ama.
Dolor es la advertencia
que nos previene el daño en nuestra humanidad.
Testigo de mis tardes sin tí.
Te has convertido en confidente de mi alma,
en compañero perfecto, que suavisa su ausencia.
Derrotero insólito y gris.
Cuanto de tu paciencia se ha inmolado
junto a tu cuerpo querido.
Yo igual que tú, siento muy a mi pesar,
tu dolor hoy transformado en amor.
Igual de sorprendido por esa tu actitud ante la vida
más que de reclamos, de obediencia
y lucha incansable ante la adversidad.
Estás inmovil, estupefacto hermano,
cual espectro, negado de vida,
pero en tu canto encuentro luz y eternidad.
Ya no te detienes a pensar...
Cuanto la vida te ha dado...
Ni cuanto de vida te han quitado...
Esta morbida deficiencia cambio
el curso de tu vida terrenal más no
de lejos la immortalidad de tu alma.
Que espera con calma
la cita eterna de sublimidad espiritual y de felicidad completa.
Espérame unos segundos hermano, que yo he de acompañarte.
RCO@ el portal de mi poesía.
Cuanto de tu paciencia se ha inmolado
junto a tu cuerpo querido.
Yo igual que tú, siento muy a mi pesar,
tu dolor hoy transformado en amor.
Igual de sorprendido por esa tu actitud ante la vida
más que de reclamos, de obediencia
y lucha incansable ante la adversidad.
Estás inmovil, estupefacto hermano,
cual espectro, negado de vida,
pero en tu canto encuentro luz y eternidad.
Ya no te detienes a pensar...
Cuanto la vida te ha dado...
Ni cuanto de vida te han quitado...
Esta morbida deficiencia cambio
el curso de tu vida terrenal más no
de lejos la immortalidad de tu alma.
Que espera con calma
la cita eterna de sublimidad espiritual y de felicidad completa.
Espérame unos segundos hermano, que yo he de acompañarte.
RCO@ el portal de mi poesía.
No sé, pero te siento ya latir
Y dar giros sobre tu pequeño cordón
que de él pende y depende
tu existir.
Hoy solo eres un trocito de vida,
dibujando piruetas y volteretas,
en tu universo líquido, tibio, y oscuro...
circundando tu fragil anatomía embrionica
digna de 50 mil años de evolución.
Lees mis hormonas que se difunden
en la confluencias de nuestras sangres.
Llegando nuestros neuro químicos
a los más recondidos sueños, tus sueños y los míos,
donde dormitan aún tus neuronas de luz,
esperando el proximo despertar.
Aun ya más grande pateas mi vientre, protruyendo mi abdomen.
Distendiendo mis fibras, alterando mi anatomía solo por amor.
Y aunque no te conozco, ya creo verte en cada sueño,
ese rostro que veré a tu nacimiento, funfiendote nuevamente conmigo al lactar...
Te acompañaré en cada tropiezo y cada exito por el resto de tu vida.
@ el portal de mi poesia.
Y dar giros sobre tu pequeño cordón
que de él pende y depende
tu existir.
Hoy solo eres un trocito de vida,
dibujando piruetas y volteretas,
en tu universo líquido, tibio, y oscuro...
circundando tu fragil anatomía embrionica
digna de 50 mil años de evolución.
Lees mis hormonas que se difunden
en la confluencias de nuestras sangres.
Llegando nuestros neuro químicos
a los más recondidos sueños, tus sueños y los míos,
donde dormitan aún tus neuronas de luz,
esperando el proximo despertar.
Aun ya más grande pateas mi vientre, protruyendo mi abdomen.
Distendiendo mis fibras, alterando mi anatomía solo por amor.
Y aunque no te conozco, ya creo verte en cada sueño,
ese rostro que veré a tu nacimiento, funfiendote nuevamente conmigo al lactar...
Te acompañaré en cada tropiezo y cada exito por el resto de tu vida.
@ el portal de mi poesia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)