domingo, 27 de agosto de 2017






Lindo mi Cuzco, con su Salcantay
vigilante silencioso, y anciano.
Que placer me da la vida
de verte radiante,
En tu cielo azul, se dibuja la gloria,
 y tu llovizna me recuerdan las lágrimas derramadas de mujer.
Lindo y esplendoroso es mi Cuzco,
tierra sagrada del Incario.
Ciudad de piedra majestuosa
sacada de los mitos,  de los sueños de
Manco Ccapac y Huayna Ccapac.
Edificaciones de ferranita y granito,
calles solitarias  de luz trapezoidal.
Palacios, plazas, fortalezas,  mestizas
Incaico- hispanicas,  a fuerza del tiempo.
Del dolor y de la muerte...
De la codicia y la inocencia, de unos y de otros.
Sobrevives,  con tal vigencia, cual puma asarpado en los montes.
Cuidando sus reliquias cual guarida felina
defiendes, tus andes,  tu Ccapac ñan,  y cada uno de tus santuarios,
Saccsayhuaman imponente....
Ollantaytambo solemne..
Pisac encumbrado y distante cual Olimpus.
Machupicchu espiritual y sagrado, cual Nirvana.

Tus hijos son raza de nobles incas y guerreros
Españoles, dotados de inteligencia y beligeŕancia.
Retan al mundo con su sapiencia.
Y con la conciencia universal  de las gentes.
Fieles a su naturaleza andina, cruzan cerros,
Atraviezan rios y valles.
Doman montañas y nevados, cual tipicos
cuadrumanos, auquenidos congelados en el tiempo.

Lindo mi Cuzco, tierra bendita del capulí,
y del ahuaymanto.
De la tuna y de la quiwicha.
Del tarwi y de la papa, de la quinua y la oca.
De la frutilla, del  ñujchu, y la granada, simbolos de la sangre valiosa de tu gente.

Rco.





Me gustaria vivir en una cueva.
Y notar tu presencia con solo olerte.
Sentirte como  humo de fogata
Eterna, humeante, presente.
Y  adosarme junto a tu piel,
en la penumbra desnudarte
ciegamente.

Encontrar nuestras  huellas en la piedra.
En lo  frio de la  gruta  cobijarnos.

Me gustaría verte humanoide,
Sin retoques, sin arreglos, con tu vanidad
Instintiva y carnal.

Gozar de la  tibieza de la llama
que cuidamos más que a nuestras vidas.
Agitar el fuego y hacerlo crecer para nosotros.
Buscando  en tus pupilas mustías, su destello.

Me gustaria   encontrarte siempre
dispuesta a  compartir lo minimo...
De lo  grande o  lo pequeño  extasiarnos.
Compartir nuestra caza del día con tus
frutos recogidos en vespertino paseo.
Todo enjugar en nuestras bocas,
junto a un macerado de hierbas y melasa.

Ver en la noche el firmamento,
Y al amane er la estrella del amor.

Quisiera vivir mil momentos de prehistoria.
Mil segundos de oscuridad total.
De tenebrosa niebla, miedoso de lo  desconocido. Y luego al iluminarse tu rostro,
Mil segundos de gozo,  de jolgorio
y  de calma.





Me gustaria darte un pan, y quiza
un pedazo de mies.
Tomar tus manos, luego tus dedos,
Dormir entretejido en tu negro cabello.
Y despertar al alba con tu aliento a manzana.

Me gustaría tanto verte y pintarte,
Como en los sueños donde parecemos querernos.
Caminar ya solos, bajo los follajes,
tomando aquellas manos que recibieron
migajas de mi, horneandose en tu piel,
cual galleta crocante, son mis dedos
atrapados en tus dedos.

Me gustaria entregarte mi alma
dulce ama hechicera, para que esta
baile, en el fuego de tu hoguera,
Ardientemente salvaje y  furtivamente
esquisita..

Tomar algún ciruelo del camino
probando en tu boca su sabor,
y su ardor en las pequeñas llagas
que produce en mis labios tu amor.
Y me gustaría, claro, si tu me besas.
Deretirme y acaramelarme entre tus dientes.
Pasar por tus fauces , y jugar a los sabores
con tu traviesa lengua hasta revolotearme en un dulce ciclo de vivir y morir...
De dolor y de amor...

Cuanto me gustaría
recitarte algunos versos.
Algunos de memoria
Y otros inventados al mirarte
robados en sacrílego acto a los aires.
En deliciosa ofrenda sincera y pura.
Cual fragua fulgente, sacra e hirviente.

Pienso en una tarde soleada, junto a tí.
recordando el nadir del horizonte,
de muchos años atrás.
Me veo sentado en la yerba mojada.
Junto a tí mi alma...
Junto a tí mi calma...
Junto a tí mi flor...
     




Vengo a posar mis ojos en tu mirada.
Lléname de ilusión, de irrealidad deseada.

Vengo a escuchar la voz,
y lo dulce de aquellas palabras.
Rico cántaro de agua dulce y amarga.

Vengo a ti, ha reclamar tu cuerpo de mis sueños.
Tus brazos perfectos ; tus perfectos senos.

Vengo a ti, a compartir tus pasos,
tus momentos, tus silencios.

Vengo a unirme en ti, en una sola alma,

Que los espacios tuyo y mio sean nuestros.

Vengo a saborear de tus labios un beso.
De tu piel, su olor a verde incienso.

Vengo a respirar tu humedad, a besar tus lágrimas,
Saborear la salinidad de tus claros deseos.

Vengo a tí, vehemente,
Como animal que busca la fuente.

Vengo a tí deseperado.
Como el canto del jilgero, enamorado.

Vengo a no irme más de ti.
Contra todo lo imperfecto de la vida.
Eres mi verdad,  ¡quédate
muy junto a mí!