domingo, 24 de enero de 2016

A mí morir,
llevadme a dormir al lecho donde descansan
mis padres, con sus huesos hoy desnudos,
sus cenizas materia y alma fundidas, que
me esperan para juntarse con mi propios
sentidos, con mis nervios queridos.

Cuando muera, depositen mi ser
Con aquellos que me dieron la vida.
En huesos o cenizas igual es,
igual me contenta .
Dejadme que repose con ellos ,
son mi fuente, mi origen, y mi destino.

Cuando se cierren mis ojos,
mi último aliento que promete ser eterno.
Dejará dócilmente,
este mi cuerpo querido.

Llevad mis restos junto a mi madre,
junto  a mi padre.

Ese es mi lugar desde nacido.
Este será el lugar donde yo despertarė
de entre los muertos, en ese día.

Estoy feliz que así sea, por tanto
sepan ustedes mi deseo,
y cumplan lo que hoy les digo.
Yo les pido...

Eras sinónimo de amor,
de tus manos venían mil bendiciones.
En tu frente  quedaron inertes mis labios.
De tu firmeza saque mi fortaleza.
De tu distancia, marque yo mi retirada.

Eras sinónimo de pasión.
Más mis ojos dibujaron solo lágrimas en tu ausencia.
Mis brazos solos se cerraron, abrazando al vacío.
Mis ansias no dejaron huellas ni en tu alma.

Eras sinónimo de fraternidad .
Pues hoy estoy lejos de ti
y de tus valores hermana mía.
Lejana es tu caricia que desprende la mañana.
Y tú, sigues inalterablemente Santa,
como si no hubiese pasado nada.

Eras sinónimo de cordura.
Mas ya no te siento tan  perfecta,
cambiaste , como  a los vientos la veleta.
Y me dejas sumido  en mis tormentas.

Eras sinónimo de mujer, de mies selecta.
Más hoy solo el oro te contenta.
Y de tu amor, los sentimientos sedimentan,
dejando solo ver, en la espuma
poca virtud, sólo belleza.